Desde su nacimiento, el destructor ha sido la unidad naval más versátil que ha prestado servicio en las armadas de todo el mundo en infinidad de conflictos navales. Pero algo que es menos conocido es que el primer destructor fue español: el Destructor de Villaamil.
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En una época de profunda decadencia de España y de la Armada, hubo un grupo de marinos que intentaron crear una base científica y tecnológica para impulsar el desarrollo de su país.
Indice
Grandes marinos y científicos
Los más destacados de este grupo fueron Peral, Bustamante y Villaamil.
Quizás el más conocido por el gran publico es Peral y su submarino.
Pero tanto las realizaciones de Bustamante como Villaamil estuvieron a la vanguardia en su tiempo y, ambos, consiguieron ponerlas en servicio.
Villaamil fue el primero en diseñar un buque capaz de desarrollar suficiente velocidad para alcanzar a los torpederos junto a una autonomía y cualidades marineras que le capacitaban para largas navegaciones.
La Jeune École
La aparición del torpedo autónomo inventado por Robert Whitehead en 1866 supuso una revolución en el combate naval.
Torpedero español Ariete
En Francia, incapaz de igualar el número de acorazados que disponía su gran rival, la Royal Navy, apareció la famosa Jeune École.
La Jeune École promulgaba la construcción de grandes cantidades de torpederos y una serie limitada de acorazados y acorazados guardacostas, junto a grandes cruceros.
Los primeros defenderían las costas y protegerían los puertos del bloqueo de las escuadras de acorazados contrarias.
Mientras, los grandes cruceros atacarían el tráfico mercante del enemigo.
Su impacto en el resto de las armadas fue enorme. Algunas armadas siguieron la nueva estrategia francesa. Otras, especialmente la Royal Navy, tenían que adaptar su flota para hacer frente a la nueva amenaza.
Combatir a los torpederos
Ante la creciente amenaza del torpedero y del torpedo se empezaron a buscar formas de contrarrestarla.
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Se comenzó a mejorar la protección submarina de los acorazados y cruceros, aumentando la compartimentación y estandarizando el uso de los dobles fondos.
También se generalizo el uso de la artillería de tiro rápido para neutralizar al atacante lo más lejos posible.
Los acorazados comenzaron a dotarse de redes antitorpedo. Estas redes demostraron rápidamente que eran engorrosas y tan sólo suponían una relativa defensa cuando el buque estaba fondeado.
Aunque estas medidas mejoraron la situación, la mejor defensa consistía en neutralizar al atacante antes de que pudiera lanzar sus torpedos.
Torpederos Oceánicos
Pasada la euforia inicial, las debilidades de los torpederos empezaron a evidenciarse.
La principal era la autonomía y cualidades marineras.
El escaso desplazamiento de los torpederos hacía imposible dotarles de una autonomía adecuada que les permitiera grandes navegaciones. Y la misma razón limitaba sus capacidades náuticas.
Varias armadas empezaron a desarrollar el llamado torpedero de alta mar sin mucho éxito.
El destructor vino a ser la solución de ambos problemas.
Era la unidad perfecta para escoltara cruceros y acorazados neutralizando los torpederos enemigos y a su vez un efectivo torpedero para atacar al enemigo.
El Destructor de Villaamil
En 1885 el vicealmirante Manuel de la Pezuela y Lobo encargo al teniente de navío Fernando Villaamil el estudio y desarrollo de un barco capaz de hacer frente a los torpederos.
El Destructor
Rápidamente el prometedor oficial llego a la conclusión mencionada: era necesario un buque más grande para solucionar los principales problemas de los torpederos.
Aunque el deseo de la Armada y de su diseñador hubiera sido construir el revolucionario diseño en un astillero español, el retraso de estos hizo imposible ese propósito.
Por este motivo se acudió a los astilleros ingleses (con una gran fama justificada en aquella época), siendo elegida la empresa James & George Thomson de Clydebank, Escocia.
El contrato fue firmado el 14 de noviembre de 1885 por un importe de 38.000 libras (sin armamento).
Bajo la dirección de John Biles, la construcción fue rápida (como era habitual en las factorías inglesas en aquellos años), siendo botado el 29 de julio de 1886, estando finalizado al final de este año.
Características
El barco tenía un desplazamiento normal de 380 toneladas y 458 toneladas a plena carga.
Tenía una eslora de 58,7 metros, una manga de 7,6 metros y un calado máximo de 2,5 metros.
Estaba dotado de bonitas líneas, que recordaban a los yates de la época. Disponía de dos chimeneas pareadas y tres pequeños palos.
La tripulación estaba compuesta por 60 hombres. El mando lo ostentaba un teniente de navío. El resto de la tripulación estaba formada por:
- dos alféreces de navío
- 10 maquinistas
- un contramaestre
- un condestable
- un practicante
- dos maestranzas
- 42 marineros
Casco
El casco estaba dividido en 22 compartimentos estancos, estando cada una de las cuatro calderas y dos maquinas alternativas en un compartimento independiente.
Perfil del Destructor en 1890. Autor: Erlenmeyer
Tras el cañón principal había una pequeña caseta de gobierno con un ligero blindaje.
A 10 metros de la proa, también disponía de un mamparo blindado de 32mm así como una carbonera para dar cierta protección a las máquinas en un ataque frontal.
El buque disponía de dos timones, uno en la popa y otro en la zona proel.
Propulsión
Dos máquinas alternativas de triple expansión generando 3.800 caballos de vapor eran las encargadas de la propulsión del buque.
Cada máquina estaba acoplada a un eje con una hélice.
El vapor era generado por 4 calderas tipo locomotora a una presión de 10,1 kg.
La velocidad a plena carga era ligeramente superior a 20 nudos, llegando a los 23,4 con un desplazamiento de 383 toneladas.
Las carboneras tenían una capacidad de 94 toneladas. La autonomía era de 3.700 millas náuticas a 10 nudos.
Armamento
El cañón principal era un González Hontoria de 90mm situado en la proa, con un ángulo de tiro de 180º.
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Cuatro cañones de tiro rápido de 57mm Nordenfelt complementaban el cañón principal. Dos de ellos estaban situados en el centro del buque y los otros dos en la popa.
El armamento torpedero estaba compuesto por 3 tubos lanzatorpedos de 381mm para torpedos Schwartzkopff. Los tubos estaban instalados dentro del casco sobre la línea de flotación. Uno estaba en el codaste y los otros dos por cada una de las amuras.
Carrera operativa
A pesar de ser un buque revolucionario en su época, su carrera operativa fue poco destacada, quedando rápidamente obsoleto por el rápido desarrollo de la tecnología naval de aquella época.
Su carrera operativa comenzó un 19 de enero de 1987. Ese día, zarpó del puerto inglés de Falmouth rumbo a la ría de Muros. Llego el día 25, realizando la travesía a una velocidad media de 23 nudos, demostrando sus excelentes cualidades marineras.
En agosto de ese año haría una demostración de sus cualidades en aguas de San Sebastián, presenciando las maniobras la Reina Regenta a bordo del crucero Castilla.
Durante los años siguientes fue el buque de la Armada Española que se encargo de escoltar a la Familia Real en sus estancias veraniegas por las costas cántabras.
En 1888, formando parte de la Escuadra de Instrucción participo en la Exposición Universal de Barcelona.
Al estallar la guerra de 1898 contra Estados Unidos, el Destructor era una unidad ya obsoleta y necesitada de un urgente cambio de calderas. Por este motivo, formo parte del largo listado de unidades de la Armada Española que no estuvieron disponibles para el combate.
Perfil del Destructor en 1900. Autor: Erlenmeyer
Finalmente, en 1904 pasaría a ejercer funciones de guardacostas en Cádiz y Algeciras, siendo dado de baja en 1911.
Como siempre los usa se quedaron con lo que querían. Y como siempre también que buen pueblo y su ejército para tan malos políticos y gobernantes del Siglo XIX y XX. Lo fuimos todo y nos dejaron en nada y encima los respetamos.