El pasado 9 de agosto de 2017, el portaaviones Príncipe de Asturias partía remolcado hacía el puerto turco de Aliaga donde se producirá su desguace. Este ha sido el triste pero esperado final del buque insignia de la Armada durante más de 25 años: BZ.
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¿Una decisión acertada?
Con tan sólo 25 años de servicio activo, el buque causo baja en la Armada el 14 de diciembre de 2013. ¿Fue una decisión acertada?
Si respondemos con el corazón, solo hay una respuesta posible: NO.
Si a lo que nos dicta el corazón, añadimos que era un buque con 25 años de servicio, la respuesta continua siendo NO.
Pero si en las variables que usamos para responder esta pregunta incluimos la vertiente económica, la respuesta cambia a un definitivo SI.
La operatividad del Príncipe de Asturias está ligada a la vida del Harrier. En el momento que el Harrier cause baja (con el F-35B como sustituto o sin sustituto) el portaaviones pierde su razón de ser. En consecuencia, podemos afirmar que el buque no hubiera sobrevivido al Harrier.
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La fecha de baja del Harrier está fijada en el 2025-2027.
Para seguir en servicio activo, el Príncipe de Asturias necesitaba una modernización (prevista pero primero pospuesta y luego cancelada por la crisis) de 100 a 150 millones de euros. Y esta inversión para una vida estimada de 10-12 años.
A esto, hay que sumarle los costes operativos del barco, con una tripulación de unos 500 hombres (el LHD Juan Carlos I no llega a los 300).
Y con los presupuestos disponibles y teniendo operativo el Juan Carlos I, por mucho que el corazón lo niegue, los números sentencian.
¿Se pudo salvar el portaaviones Príncipe de Asturias del soplete?
Aunque hubo varios intentos de la Armada para intentar venderlo a un tercer país, no hubo ninguna oferta en firme. Angola mostro interés en el barco, pero rápidamente descarto la operación por los costos de operación del navío.
También hubo varias propuestas a título particular de convertirlo en un buque museo.
Ninguna administración publica mostró ningún interés.
Todos conocemos la escasa tradición de conservar navíos militares de nuestro país (y en general cualquier legado histórico). Esto unido al alto coste para mantener un museo de estas características hicieron imposible su conservación como museo.
El resultado final es conocido por todos, una subasta desierta y adjudicado en una segunda subasta por un precio inferior.
Un triste destino para un buque que marcó una era en la Armada Española. Hasta siempre portaaviones Príncipe de Asturias (R11).
Lo peor de todo no es que se pudiera salvar , sino que se fuera al desguace sin sustitución alguna . Esperemos ver aunque sea en un futuro no muy lejano ( a ser posible antes de 2050 ) , un digno sucesor y heredero suyo en nuestra Armada , que recomponga y enjundie el poder aeronaval tan vital y necesario para una Armada del peso específico e histórico como es la nuestra .